El verano boreal de 2024 no solo batió récords. Hizo añicos las ilusiones de los escépticos del clima. Mientras los termómetros de Pekín se acercaban a los 40 °C y los hospitales de todo el hemisferio se desbordaban de pacientes con insolación, un mensaje se volvió inequívoco: ha llegado la era de las consecuencias climáticas.
Esta nueva realidad está reescribiendo las reglas de la seguridad energética y ninguna nación está exenta. En China, Estados Unidos e India, las implacables olas de calor llevaron a las redes al borde del abismo a medida que el consumo de electricidad aumentaba a máximos históricos, en gran parte para alimentar los aires acondicionados.
Los meses abrasadores vieron cómo las plantas de carbón y gas volvían a la vida. Esos países son buenos ejemplos. Son el hogar de los tres mercados de electricidad más grandes del mundo, que en conjunto representan más de la mitad de la demanda mundial. Fue un duro recordatorio de que los combustibles fósiles siguen siendo el recurso cuando golpean los fenómenos meteorológicos extremos.
Desde Texas hasta Tamil Nadu, las redes eléctricas se han tambaleado ante una demanda sin precedentes de refrigeración, lo que pone de manifiesto la paradoja de la transición energética. Incluso a medida que se expande la capacidad renovable, la vieja infraestructura fósil continúa sirviendo como muleta durante el estrés extremo.
China, hogar del sistema de energía limpia más grande del mundo, personifica este desafío. A pesar de su inexorable marcha hacia las energías renovables, el sistema de energía limpia del país, en rápida expansión, sigue siendo insuficientemente resistente para soportar condiciones extremas. En 2024, cuando las temperaturas se dispararon, el antiguo sistema centrado en el carbón tuvo que intervenir para cerrar la brecha, como explicamos a continuación.
Para 2050, la demanda mundial de refrigeración podría duplicarse con creces, lo que supondría un desafío aún mayor para China y la transición energética mundial. Para China, la tarea que tiene por delante no es solo aumentar el suministro de energía renovable, sino rediseñar fundamentalmente todo el sistema eléctrico, haciéndolo más flexible, inteligente y resistente al clima.
La refrigeración de las casas está tensando las redes
El año pasado, las olas de calor y un verano más largo y caluroso fueron los principales impulsores del crecimiento interanual de la demanda de electricidad de China. Nuestro reciente informe en Ember cuantifica el impacto mensual de estos cambios de temperatura.
Los hallazgos son contundentes. Entre abril y septiembre de 2024, la demanda de electricidad aumentó un 7% en comparación con el mismo periodo de 2023. Se estima que el 31% del aumento se debió al aumento de las necesidades de refrigeración. Esto equivale a un estimado de 102 teravatios-hora de uso adicional de electricidad para refrigeración en comparación con el mismo período de 2023, suficiente para alimentar a todos…